viernes, 9 de marzo de 2018

Una mañana de domingo

Ahora estás aquí,
en esta mañana de domingo
como esperando una eternidad
instantánea y velocísima,
no puedes 
moverte, sólo
miras el sonido de las horas
majadas en alcohol feliz, borracho
de una doctrina caducada, la radio
gotea un mosto no bebible por encima
de conversaciones torrenciales
de mirlo sucursal y de gorrión vecino,
esta mañana de elecciones
entre nadas distintas, con la sangre
dialéctica no vertida aún, el día
no es azul, ni rojo, ni morado,
puede vestirse de arcoiris y
salir desnudo, colorado
de sol y de vergüenza, dudas
siempre habrá de sobra, las podrían
poner de tapa con cerveza 
y unas olivas color malva, todo 
amontonado ahí, con aire
de mudanza, a la espera
del viento animador que dará el tono
adecuado al esperado incendio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario