Sobre el perjuicio de pensar,
un loco y arriesgado pensamiento:
deja
que piense el aire, vuela
con él si quieres, pero ciego,
desangeladamente impúber, antes
incluso de nacer, las alas
serán un regalito de cumpleaños
ocasional y caedizo
como el vello adolescente.
Y no olvides
que el pensamiento es secreción,
apura
las servilletas de papel y un día
podrás encuadernarlas.
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