Y de repente notas
como un vaho litúrgico subiéndote
a la boca, no es el verbo
que tanto ponderara juan, el músico
del universal y endémico sentido
que todo lo reduce a cal, pero
música es,
la blanca música que nadie
se atreve a interpretar, te llega
siempre de abajo, aunque del alto penda,
como un pensamiento no pensado
o antepalabra, letra, sílaba,
que nunca ha de llegar a articularse.
Y todo en un aireado santiamén
con olor a regüeldo.
Por eso es raro y a la vez injusto
reducirlo todo a locución, a ampolla
de vidrio mal soplado.
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