Y de ese tiempo de afasia,
al viruteo por el musgo, un juego
que siempre busca novedad,
en aire, en mar o en pensamiento
trasladado a papel,
es tiempo de crisálida y paciencia
antes de aparecer con ese traje
de novedoso material, asido
a un mundo nuevo, a vida joven,
no estrenada aún, ni imaginada.
Nunca antes
te dio por ese vicio de soñar en biblio
entre ácaros y polvo, las historias
se burlaron de tí como de invento
jamás volcado en libro alguno,
pegándote las alas como a Ícaro
te hicieron habitante de las olas,
o de las llamas. Huye
de cualquier cercanía de calor
que remita a liturgia o pergamino,
porque con tanto mar
asomado a ventana soñaremos
con pez siguiendo a pez, aunque se diga
que a pluma sigue escama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario