martes, 20 de octubre de 2020

Otra fábula

 


Subimos a la ermita

de san cristobalón, los cuervos

encaramados a los hombros

de la espadaña se divierten

como niños taumatúrgicos,

lanzando a la zorra los insultos

más divertidos del catálogo

ahora que no hay queso que guardar.


Llegar al otro lado sin mojarse,

frente a inteligencia dolorida

el hambre siempre espera.



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