No tiene por qué ser este el camino,
ni esta la mejor manera
de llegar a destino,
tampoco sé si ese destino
está ya en mí o se va cumpliendo
con estos pasos,
me queda
la duda del final, el pulso
cansado de quien mira
con inquietud esos colores
rojizos del crepúsculo,
sin estar seguro de si asiste
a un alba tardía
o a un temprano atardecer.
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