miércoles, 4 de noviembre de 2020

Final de función

Entendía el ocaso

como lo que en la escuela del color

es el recreo: un regocijo

donde los tonos cálidos apuran

el último brebaje de la hora

vesperal de la cena,


entonces era el dios 

encargado de echar con luces altas

el telón del final, -los ángeles,

la envidia, o el eco del aplauso-,


después tendrá la noche

para olvidar sus miedos contemplando

la vibración dormida de las brasas.

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