miércoles, 25 de noviembre de 2020

Se le ve triste al lobo

 

En esa pausa vesperal

en que todo sonido se convierte

en velada advertencia

vi que el lobo

sobrevivía a nuestro acoso,

su mirada

sobrevolaba los embustes

de la sumisión y se erigía en símbolo

de una vecindad esquiva, 

                                              todo

lo que la costumbre arrastra

es mentido aluvión y queda

asomado a los ojos un atisbo

de desconfianza o de rencor.


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