lunes, 16 de noviembre de 2020

Luz en los espejos cóncavos

 


Cuando me desespero

presto sin querer mis alas de humo

a los ángeles bobos que prefieren 

el parpadeo silencioso ante la realidad

al huracán de luces y jadeos

que levanta en los ojos soñadores

una ilusión cogida por los pelos,


después tal vez me vaya

a dormir con ellos, convencido

de que la borrachera mía es la mejor.

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