Como actriz secundaria
la rata azul recuerda todavía
el vino oscuro y áspero
con que le bautizó la cuchillada
que don Quijote propinó al pellejo,
ella pasaba por allí
con sus gafas oscuras y un lacito
para aliviar el peso de su oficio
sin contenido y, de repente,
alguien que soñara el vino como sangre
descorrió la cortina y transformó su vida
en un coro de grandes risotadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario