miércoles, 16 de mayo de 2018

J. B. sigue ahí

Desde la antología dibujada
con que el Bosco nos cuenta la deriva
de la estupidez humana, podemos
reducir a un solo credo
los múltiples principios que nos guían
por la vereda desgarrada
del bien y el mal.

¿El centro de qué lado es el opuesto
a la equidad o cómo
discernir la manera
de equilibrar el peso en el platillo 
de la balanza?
Y ¿por qué el equilibrio
ha de ser siempre lo mejor
en un mundo tan desequilibrado?

El mensaje es el cero, el aro hueco
por donde se cuela la obsesiva
variedad de la imaginación.

Bien y mal se abrazan
como esas criaturitas disfrazadas
de originalidad paradisíaca,
tan sabias o ignorantes
como lo requiera el paraíso.

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