domingo, 24 de febrero de 2019

Ahí sentados, con los pies colgando






La devoción no impedirá
que se caiga esa mole y cicatrice
de tanta construcción entrometida, debe
respetarse el empuje
disconforme de los materiales, darle
cabida a la ranura, fuente
de inseguridad y de rumores, el seísmo
será pactado cuando el sueño cubra
la mitad oscura del tablero
donde se celebra el funeral,
aunque, si me apuras, todo
debería acabar cayendo
por simpatía o por su propio peso.

Y ese día la sed
parecerá agotarse en las gargantas.

Aunque queden las piedras.

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