viernes, 22 de febrero de 2019
Página impar de un diario antiguo
Mira, por un momento puedes
sentirte cazador, apunta tu linterna
al corazón del corzo, lanza
tu bienintencionada maldición, que llore
el ruidoso equipaje del arroyo,
escaso y empozado como para
perdiz o cucujada,
deja
flotando entre las hayas
ese olor a pólvora cegata, la sangre
perfumará mas tarde la bajada
hasta el infierno de la comilona,
calvos inviernos, primaveras ralas,
veranos que no dejan
de tocar a muerto
y al final el brindis
con la bilis cuajada del cordero
que se disfrazó de jabalí.
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