jueves, 12 de marzo de 2020

Cómo la miel tiñe el pedernal





Decía un libro antiguo
que los hijos de dios son pensamientos
puestos a secar en los varales
de sal de los desiertos,

tal vez por eso 
se oxidan sin curar
las genealógicas heridas 
y los sueños épicos se quedan
en soledad humana,

como si la vida fuese
una humedad perdida 
que apenas logras recordar.

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