domingo, 1 de marzo de 2020

Huir de los espejos





Lo inopinado
era quedarse en blanco 
frente al espejo cóncavo, 

despoblado de hueso,
flotando entre puñales
de plata curva,

tú que antes eras
arma de sarracena estirpe 
colgada del arnés, 
no media luna cordobesa
vigilada
por la miopía del azor
que apenas logra
cuajar la perspectiva.

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