Unos ojos sin párpados
Brille un momento
el huidizo alar de la serpiente
para afrontar el privilegio
de mirarla de cerca,
será la luz que deje
el espejo vacío: las palabras
sin fuego, -dios está en la ceniza-
la mirada sin pulso
de quien ya no pregunta,
y el recuerdo borroso
de lo que fue promesa
y sin llegar al espejismo
de lo cotidiano
ahora es añoranza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario