lunes, 16 de marzo de 2020

Una marca de tizón en el dintel




Esta mañana
he tomado el avión
antes de desayunar 
he dado la vuelta al mundo,

a esa hora
no todos reproducen
el acostumbrado gesto de mirar
su propia imagen reflejada
en el escaparate de la pastelería,

miran al cielo como quien espera
una solución celeste
para esta sinrazón que reproduce
las serpenteantes filas de la fe
en los tiempos de hambruna y estraperlo,

iglesias y mercados se confunden
en la barahúnda del temor y nadie
encuentra la plegaria suficiente
para hacer propicio al dios más irascible.


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