Un rebaño de niebla
pasta por las colinas próximas,
los robles se aproximan
con timidez al valle, nunca
más rápido que el viento,
cualquier color puede subirse
a la cima verdeante, ahora
que los cerezos arden
y el argumón se pone
los zarcillos rojos de coral,
vivir eternamente,
aunque sea
en el amarillo efímero del fresno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario