La llama parpadeó toda la noche, pero no llegó a apagarse y cuando ya empezaban a asomar las primeras luces por el este un chisporroteo de cansancio hizo vacilar al pábilo que ya nadaba en cera líquida, se derramó sobre las cuartillas apiladas y unas llamas indecisas animaron al sol a apresurar el paso para no perderse el espectacular incendio

 

Últimamente me sorprendo

rememorando escritos que mi infancia

acaso inoculada de un dolor feliz dejó grabados

a buril o a navaja en la caliza 

o en la corteza generosa de algún árbol, 

aquí no hay nada, aseguraba ante el brocal oscuro de la cueva

de la que manaba niebla negra, esta madera no arde bien

en el preámbulo de un incendio alimentado por la fatalidad

que acabó con el arcón donde reposaban los silencios

de la leche y el pan, los secaderos de manzanas 

tienen que mirar al sur, ante la granja de cerdos forasteros,

ahora vuelve esa infancia con escozor de quemadura

tras muchos años condenada a apretura y silencio, 

nunca pensé que a la intemperie resistiría la memoria

selectiva, frutal y generosa a pesar de que siempre

me vi obligado a avergonzarme de ella.

Zona B:

Por más que lo pretenda enmascarar el objetivo de Israel para garantizar su seguridad es someter a todos los estados colindantes, luego tensará la relación con sus nuevos vecinos, los invadirá y acabará con las diversidad en un territorio tan variado en matices.