Hablo así contigo
en los días de niebla, humedezco mis pestañas,
parpadeo y tú apareces con los labios florecidos de palabras,
algo similar al artificio del maná, ramitas
con una secreción semántica que endurece
al contacto con el aire, unos dioses antiguos
velan por nosotros, ellos nos ponen velas y nosotros
aprovechamos su luz para leer, ellos queman incienso
y nuestra sombra escala las paredes como un humo
sacramental que nos esconde de las miradas indiscretas,
somo el reverso ciego de la divinidad,
hablamos una lengua de vida larga
aunque figure en los registros como muerta,
pero ellos qué sabrán si viven de espaldas a nosotros.
Zona B:
Honrad la memoria de los muertos, se decía; pero dejemos que la muerte sea natural, no la provoquemos entre los que han crecido en nuestra vecindad
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