Lo tenso,
claro y distinto en la frontera,
se mira y todo parece regresar al orden, queda
ardiendo el pensamiento: siempre hay cosas
con predilección por el desliz, se alejan
como cojeando y vuelven
compaginando su dolor con la experiencia,
alguien lo contempla y reconoce
el canon roto, los pedazos autónomos de la felicidad
que abunda, pero nunca adquiere cuerpo,
como si importara más el escenario oscuro
que el fugaz instante iluminado.
Zona B:
Los gazatíes y libaneses pensarán que el humos existe para mostrar al mundo el poder destructivo del estado terrorista israelí.
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