lunes, 30 de septiembre de 2024

Coincidió el tiempo de sequía con el de la desaparición del ramillete de flores que con asiduidad se renovaba en la curva de entrada; es verdad que las flores eran de plástico, pero su voluntad primaveral ponía en la mirada de los conductores el recordatorio de un esfuerzo por perdurar que ahora dejaría de afectarles por la desnudez del quitamiedos

 




Me mantuve siempre cerca del lugar

que por las noches supuraba un líquido lechoso

y con el sol manaba agua rojiza,

es posible que el cambio de color obedeciera 

al ángulo de entrada de la luz o al tempo de los ojos

que dan pasos muy largos, pero lentos,

los druidas partisanos lo llamaron vado de cinc,

los sacerdotes oficiales vestigio de milagro 

y los pastores trashumantes, 

tras cotejar su pastosidad entre los dedos

simplemente dijeron que era leche de loba,

nunca volví a beber desde que abrieron la vía forestal

para tender los cables furibundos de la alta tensión

y dejaron enterrado bajo el escombro del desmonte

el barrizal de caolín,

pero seguí asomándome a las rendijas de la noche

y contemplaba con dificultad el aceitoso paso de la luna,

la reticente estela que sólo los albinos

éramos capaces de captar.



Zona B:

Produce un hondo cansancio esta carga de muerte que cada jornada nos impone el gobierno genocida de Israel. Tal vez un día esta guerra termine y la paz no sea la de una tierra calcinada, pero siempre quedará en nuestro recuerdo el miedo hacia un estado que fue capaz de masacrar a todo un pueblo porque le venía bien al presidente del gobierno.



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