domingo, 22 de septiembre de 2024

Me gusta ese color de estaño del cielo vesperal, el brillo exagerado de las nubes a las que el sol dedica galanteos, ellas no saben decir no, lo intentan deshaciéndose en girones o le engañan esculpiendo figuras de vapor que apenas duran un minuto; mientras el sol se afana en perseguirlas ellas le dan portazo y se transforman en un laurel de plata, como Dafne

 





Los ojos se entretienen viendo correr la sangre,

baja por la pared, despacio como una gran babosa negra,

apenas la distancia de unos palmos, enseguida

se pierde entre la arena o la tierra seca la recibe

con infantil misericordia, niños jugando a médicos

ataviados con batas de humo, urgencias de juguete

suturando los desgarrones del amanecer,

hay un reventón oscuro en un residencial, 

sus vísceras obscenamente capturadas por la prensa,

aquí se hace el amor, lo titularon, alguien

que sobrevuela el anonimato nos recuerda

que no le dejaron terminar, se quedó a medias

entre oración y orgasmo, incomodado

por el jadeo de las bombas y el silbido procaz de los cohetes

que repartían ramos de gardenias de un rojo indefinible.



Zona B:

Saben muy bien los señores de la guerra que las potencias laterales, esas que medran sin arriesgarse a aparecer en escenarios bélicos, siempre miran a otro lado, se conforman con el informe favorable del contable que muestra dividendos. Lo de la justicia es una máscara para aparecer en el florido carnaval.                    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VERGÜENZA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


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