Cuando te haces viejo
la libertad es algo que sólo está en tus ojos,
caminas en una sola dirección
en busca de certezas secundarias
porque la principal se ha ido secando
lo mismo que la vida, igual que la curiosidad,
ya sólo reaccionas al imán de los abismos,
a la comodidad suicida de deslizarte cuesta abajo,
y entonces te preguntas:
sirven de algo los ojos cuando comienza a anochecer,
se fían del instinto o se limitan
a oler la pudrición de la materia?
la libertad está en los ojos, sí,
pero te haces viejo y ya estás casi ciego.
Zona B:
Daría risa en Israel actual ver a un samaritano curando heridas de extranjeros, de vecinos sin nombre; acaso hasta sería censurado y sometido a lapidación por las jaurías de colonos. Esa es vuestra realidad.
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