Al despertar
el aire nos saluda sorprendido por nuestra ingenuidad,
nuestros ojos pretenden descubrir en el espejo
los restos agotados de una supuesta juventud,
y a la incredulidad del aire se termina sumando
nuestra propia confusión cuando advertimos
que nada queda ya de los excesos
de la pujanza juvenil, si acaso la carcasa
de una experiencia resabiada
en forma de legañas.
Zona B:
Que cada día se gane un agujero en el cinturón de la presión internacional, hasta que la asfixia obligue al monstruo a soltar su presa. ¡¡¡CERCO AL GENOCIDA Y JUICIO EN LA CPI!!!
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