Ahora estoy usando
papel rayado, las manos no obedecen
a mi intención de escribir claro
derecho sin borrones ni tachaduras,
me falla el pulso, llama al timbre
y sale corriendo, pero ya sin risas,
como si la diversión ya no existiese,
mira
esta traducción,
la hicieron rayando con alambre en el papel,
los agujeros son palabras, no descuidos,
pero me temo que nadie lo va a entender así,
donde cayeron lágrimas se nota
la tinta desteñida, hay versos llenos de suciedad
y los papeles humillados no saben llevar a término
su voluntad de hacer más recios
a los que sufren sin hablar, ( ),
no queda más papel, aunque podría
seguir haciendo heridas en los márgenes
para que algún filólogo
busque un doble sentido a lo que es simple
y afilado, lo mismo que el recelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario