Por las pardas llanuras medievales
avanza la figura del juglar
con su ajustado traje, el gorro puntiagudo
y la pluma larga de faisán que a veces roza
sutilmente las cuerdas del laúd,
yo me pregunto a dónde llevará su canto,
en las aldeas falta leña y pan,
- ni el frío ni el hambre son amigos de rapsodas,
y se sabe que al castillo
nunca llegaron como huéspedes
ni Homero ni Virgilio.
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