lunes, 14 de junio de 2021

Tres tazas laboriosas

 


Tres tazas laboriosas para un café de aniversario, 

en casa apenas la achicoria se vestía de dominical,

pongo tres sillas a esperar en torno al catafalco 

de la mesa demasiado alta para una memoria desnutrida,

cuando ellos llegan se estremecen 

las campanillas amarillas que florecen

en el mes de junio al borde del camino,

es algo tarde ya, oigo decir, sin que nadie abra los labios,

fresas tempranas, arándanos azules o cerezas sin madurar,

es tan difícil regresar a casa

con esta luz vegana sobre viandas rojizas

o teñidas de un sutil canibalismo

que ni siquiera en sueños, 

es difícil

quedarse así, mirándonos atentos, sin comer,

sin hablar, sin acordarse del lenguaje

perdido de los ojos, ahora ya vacíos

y acostumbrados a un inmovilismo silencioso.

Cuando se van rebusco entre los posos 

una fórmula délfica

para tener en que pensar mientras la noche

se envuelve en sus dramáticos crespones.


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