He acudido
hasta la repisa del acantilado
trayendo de la mano las figuras
de mis manes tallados en madera,
las olas multiplican su chasquido
a modo de oración y hasta aquí llega
el efecto arco iris de las gotas
emancipadas del vapor,
con las gaviotas la mirada escapa
hacia las aguas sucias de azul y de caloca,
quiera el destino dibujar en piedra
estos pensamientos, con vosotros lejos
y la paz huida entre gaviotas,
aunque yo haya venido solamente
a comprobar los grados de la fiebre
que aún palpita en vuestras almas.
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