domingo, 2 de enero de 2022

Thamus: deudas y dudas

 

                               (para quien se da de baja en la palabra)


De sus años de estudiante

quedaba apenas el humo de algún sueño:

el aire helado de la hélade le dejaba los dedos sin color 

mientras la mitad activa del cerebro

buscaba solución en el florilegio de versiones, 

platón cenaba con sus émulos

y la disertación languidecía 

a medida que el hachís iba girando,

alguien, distraído, trajo la cicuta a colación

y el tóxico dejó dormidos a los que aún no se habían atrevido 

con el vino de rodas, esperando

a la libación ritual del alba que ya no había de llegar,

la tesis resumía en un latín deforme

lo que los traductores oficiales se negaron a trasegar

de las ánforas del griego primitivo

por temor al error que precipita la falsedad de la memoria,

un dedo iba escribiendo sobre la cal de la pared

mientras el silencio amordazaba cualquier intento de conversación

en el templo civil de la palabra.


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