sábado, 15 de enero de 2022

Frontón

 

Él arriesgaba, 

a punto siempre de rozar la línea baja,

no buscaba la verdad sino saber si había

tiempo aún para seguir flotando

en la incontinencia de la duda

antes del final de la partida, la mano hinchada

como pala de hornear el pan,

-y tú qué miras-, 

poca alegría queda ya, -ahora ni se juega-, la suple

el poso del esfuerzo que se quedó sin agua

de tanto hervir,

pero seguimos a la espera triangulando 

esta virtual hipotenusa del frontón

para que el eco nos devuelva

las resonantes carcajadas

que provoca el encuentro

de la ansiedad con la pared.

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