jueves, 23 de mayo de 2024

Asomándose al rellano podía verse el río formando un gran meandro antes de chocar con la muralla del desfiladero, allí se estrangulaba su caudal y el sol le daba un brillo como de torque plateado; era un trágico espectáculo ver los cuerpos hinchados de las vacas flotando en el remanso, frecuente moridero de reses y algún que otro venado tras las crecidas de las tormentas de verano

 



Unas notas musicales 

no escritas en papel ni aupadas

al frontispicio del espíritu,

poderosa quietud que impide

la tiritona del arroyo, un obturador ha dado

hielo al instante aunque el dolor siga goteando 

como sangre de herida, 

la voz tantea los peldaños de la escalera musical

y de repente

se hace visible, inmóvil, color gris

sufriendo de sí mismo y arderá sin llama 

contagiado de su propio mal.



Zona B:

El genocida ensaya el gesto brabucón; no tiene nada que perder en la pendiente diplomática,  responde con millares de cadáveres y con amenazas. Qué nos puede hacer? ¿nos negará el saludo? nos acusará de antisemitas cuando nadie como él ha hecho crecer el antisemitismo.

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