Sigo queriendo ser,
que la existencia sufra conmigo dentro,
como cualquier manzana con gusano,
sigo exigiendo sol, que la sombra de Diógenes
nunca alcance la estatura de Alejandro,
los héroes y los dioses sólo deben asomar con lluvia,
tras el impermeable de la luz que deja al aire sus vergüenzas,
hoy se sabe que Sodoma no pudo arder sin el orín de dios,
sin la explosiva fuerza del salitre de una estatua de sal,
ella es la rezagada, ella, la que al dudar baja los ojos,
ella tira los dados y se ve obligada a volver atrás,
más que Lot es ella quien recorre el camino de la misericordia,
- yo te seguiré para mirar esos desastres-,
quédate junto a mi mientras enjuago esta incómoda lágrima
que enturbia la escritura nacida en la pared,
Mene, Tequel, Parsin, son salamanquesas con motor,
el desequilibrio, su puñal, la risa floja tan consoladora
como el perfil de Hipócrates proyectado en el muro,
todo blanco sometido a presión o contemplado por muchos ojos
acaba convirtiéndose en color complementario,
y toda vida llevada hasta el final confunde el este y el oeste,
(se abre puerta, se anuncia una llegada,
salen por el foro Rosencrantz y Guildenstern,
Ofelia flota ya en el agua).
Zona B:
Algo empieza a agrietarse en ese muro de crueldad del genocida; "trágico accidente" dice, pero se equivoca si espera que aceptemos como error la criminal planificación del exterminio. El peor enemigo de Israel es Netanyahu: ha creado más adeptos a Hamas que cualquier propaganda de partido.
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