Que no, que el verbo es sólo un arrebato sin más poder que el estallido; la verdadera fuerza está en el hilo semitransparente de la frase que va llenándose de gotas, adjetivos, coloración circunstancial, y necesita la explosión que la libere de adherencias y la convierta en el objeto central de la mirada

 

Hablan

del poderoso imán de la electricidad

de las horas tempranas, mayo arriba,

lo sinfónico de la estación habilitado

para recital de aves e insectos,

debajo del negrillo enfermo, comparando

los verdes y el destrozo tan selectivo y eficaz de la grafiosis,

la helada dejó sin flor a los endrinos, 

fundió la nieve en los cerezos, pero no pudo con esa

agusanada enfermedad que sobrevive debajo de la piel,

luego vendrá el calor, volverá el frío, el clima columpiándose,

las flores llegarán ya desfloradas a la cita y el polen

se quedará esperando a que las abejas 

se coloquen los calentadores amarillos

para ensayar la danza de la primera miel.

Zona B:

Israelíes: Para qué un imperio, si vuestro número no requiere más terreno que el necesario para descansar y ventilar el odio que generáis en vuestro entorno como un oxígeno maldito. Es ese el futuro que dejaréis a vuestros hijos. Podéis aniquilar a los palestinos, pero nunca os liberaréis de sus fantasmas.