Voy dejando atrás, en la memoria
la dilatada ristra de mitologías, unas
ardiendo aún, otras ya frías, todas
organizadas como estatuas, negros tótem
perfilados en la luz que ya declina,
ellas tienen vida propia, no precisan
de esa animación que ayuda a los muñecos
a convertirse en líderes de pueblos,
hablan de la antigüedad y se mantienen
de su propia sustancia como las estrellas,
al final del calor renunciaremos
a nuestra identidad individual, seremos
la universal escoria, sin divisiones,
como si nunca hubiéramos abjurado
de la unidad original.
Zona B:
"Va pensiero, sull´ali dorate, va, ti posa sui clivi, sui coli ove olezzano tepide molli l´aure dolci del suolo natal". Ahora dedicado a los espíritus de los esclavos palestinos que flotan sobre las ruinas de Gaza y a los que siguen buscando desesperadamente la patria "perdutta".
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