viernes, 17 de mayo de 2024

Sección de un fuste de columna dórica, la estría viva imita el círculo solar; en las panateneas ellas eran portadoras, luego se quedaron a vivir allí, como aduaneras en el paso hacia la ataraxia; nada con valor venal ha de ser introducido, nada capaz de perturbar el equilibrio de una mirada despojada de ambición





En ese nido

sucursal del aire, Erecteion a escala de primaria,

al abrigo desabrigado del drapeado de seis velas sin llama, 

las cariátides son el prólogo de un templo

que hace subir, que empuja y escalona

una entrada difícil hacia la eternidad sin puertas,

dios y diosa se observan a distancia,

a cada cual le corresponde un ángulo

en el polvo sagrado de la sombra

con que se solapan los misterios y se intenta

retener la devoción de los adeptos

tan contaminados de costumbre,

y nada más, ni estatua ni oficiante, 

ni siquiera un altar para encender la llama

y convertir en humo los recuerdos.



Zona B:

En el siglo XX los judíos fueron protagonistas obligados de un holocausto; eran las víctimas. En el siglo XXI sus herederos reproducen un holocausto similar, ahora son los verdugos.


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