Una furtiva arqueología hizo surgir el hueso lateral, era la pared del pensamiento o del decir, aunque los sabios lo observaron con cautela, la duda les procede como el limpiaparabrisas, pueden oler el fraude allí donde cualquiera rendiría su fe, esa palabra que hace saltar todas las alarmas, pues es sabido que ciencia y fe nunca deben pernoctar bajo las lonas del mismo campamento

 

Tus brazos, ay, tus largos brazos 

enlazados como cadenas de oro,

ven a ver, hay algo debajo de la alfombra, 

un hilo de lana oscura, tu memoria de oveja negra

tal vez te ayude a traducir, hay libros así que fluyen

igual que los arroyos, personajes asilvestrados

que nos dan qué pensar, tú no eres de aquí, ¿verdad?

usas un habla forastera o ignoras los saludos 

como si no entendieras, gruñes tu particular hosanna,

ya, se dice, se comenta que el golem se ha multiplicado,

partenogénesis hipnótica, suposición con duda

sobre una oportunidad de regocijo perdida o con renuncia,

¿es que nadie de tu especie se propuso hablar,

nunca nadie acudió a la escuela o eran mudos todos los maestros?

ven, alójate en mi casa o en el granero si prefieres,

allí duermen animales de similar mugido, cuando rezan suena igual

y tu resuello podría apaciguar a los mastines.

Zona B:

Un hospital, un nido de luciérnagas que deben ser exterminadas; que no haya luz, que todo quede a oscuras para que nadie pueda ver el verdadero alcance de los crímenes del ejército israelí.