Quise estar ahí, frente a la plaza
donde se mueve el saltimbanqui, oler el ruido a pólvora
y el sudor atmosférico del zapato del payaso,
y ataviarme con sus colores agresivos,
unirme a ese tinglado que refleja el espejo deformante,
las cosas se derriten en continua hoguera, arden
sin ruido, sin apenas llama, cualquier valor antiguo
se evapora víctima de su irritada prisa,
un inquieto mundo se nos viene encima
desparramando luz por las rendijas, a punto de,
inminente como la fruta en junio, su explosión
menuda y contundente nos dará qué pensar,
y las paredes vigilantes, soportando
glicinias, buganvillas y una parra virgen de color azul,
las escaleras repletas de tambores macerando aromas
que habrá que embodegar para crianza.
Zona B:
"La sociedad israelí en su conjunto podrá vivir en paz con sus vecinos y consigo misma si deja de eludir sus responsabilidades históricas" (Harari)
Pero debe prescindir de quien persigue no la paz, sino la impunidad para sus crímenes.
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