Iba buscando
por el enramado del paisaje
algo igual o semejante, timbre de voz,
pestaña afirmativa, tono final con que la timidez
muestra el rubor configurando un crepúsculo impropio,
compara el brillo del charol algo apagado
de sus botines, la elegante batuta del paraguas
ahuyentando moscardas musicales,
saltimbanqui en ferias simuladas donde ponía su pañuelo
a mendigar los donativos que el cielo daba en forma de maná,
llovía a veces y la escarola de su falda
se mezclaba con barro azul o con basura
según el mal humor del día o el vaticinio del horóscopo
que nunca coincidía con la impaciente realidad.
Zona B:
Pongamos en contacto a varios tontos envalentonados por un ego incontenible y acabarán peleándose entre sí y acaso derivando esa pelea hacia la destrucción de mundo en que se mueven. Los tontos ya están ahí. Evitemos que su poder vaya en aumento.
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