Sólo a veces
se imagina el esfuerzo de llamar de usted a alguien
y penetrar en su interior, igual que esos insectos
cronófagos que comen la madera secreta de los años
haciéndolos ligeros,
la voz sonando a festival, las velas, lo lleva usted muy bien,
no me imagino yo con esa edad, buscando
apresuradamente la salida y ese olor que te persigue
por más flores que te despidan al pasar,
ahora sabe que murió, su casa se ha cerrado y la antepuerta
se ha llenado de ortigas, el único verdor que testifica
contra el embuste de los años.
Zona B:
Matar al recién nacido o incluso ir más allá: matar a la madre para cegar la fuente de la vida. Esa es la estrategia genocida de un estado que se cree con derecho a hacer sufrir haciéndose pasar por defensor de un pueblo que antes ha padecido sufrimiento.
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