domingo, 4 de mayo de 2025

Quedó a medias la obra, con los huesos al aire, la estructura ascendente despojada ya del encofrado y los voladizos sin el apoyo telescópico de los cilindros de metal; el aire se ha quedado a vivir allí, bajo el inhóspito tejado, y enfrente la cigüeña ha concluido la reforma del nido familiar, aunque sin conseguir librarlo del verdín de un tiempo tan lluvioso

 




Podéis sentaros por ahí,

decid conmigo esta trivial definición: el día

es el momento blanco, el que la mirada

dedica a señalar los objetivos, 

separándolos en lotes de similar naturaleza,

nunca hagáis montón, que todo guarde

su lugar adecuado en el espacio, el orden facilita

la consecución del objetivo -ver lo dictado más atrás-,

y que no se atolondre vuestro espíritu pensando en tiempos fáciles

o en el lubricante de las lágrimas, el pedernal nunca se moja

aunque la lluvia siempre viene bien, pero sigamos,

ahora es el momento de mirar, va muy alto el día,

definamos pues, volemos como pájaros y tendremos

la panorámica del otro, la del miedo, el lugar oportuno

para apilar todo el escombro que le sobra al vocablo 

con que se define la eficacia frente a la simple utilidad.



Zona B:

Era de esperar: al genocida le interesa mantener en alto la contienda y, una vez avasallada la resistencia en Gaza, Líbano o Siria, busca algo mayor, Irán, donde la guerra le pueda dar lo que la paz siempre le niega. Y EL RESTO DEL MUNDO SIGUE MIRANDO HACIA OTRO LADO.

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