Lo ibas contando todo desde dentro,
como un corresponsal de guerra camuflado
entre cadáveres floridos,
aún no ibas a nacer y ya editabas columnas saduceas,
ese vapor que mana del estercolero
en las madrugadas desoladas,
y sin embargo no era un mal olor,
subía como un pequeño ahogo con estallido de burbuja,
tú sabes que el misterio igual que los poemas
viene de un más allá cercano, sin vallas ni candados,
por eso al dar a luz cada mañana la noticia solías preguntar:
cómo ha quedado el pacto entre puñales,
ha llegado la sangre al albañal o sólo ha sido
una falsa alarma, como la primavera
que se viste de flores pero nunca acaba de llegar.
Zona B:
El más crecido dijo: no cabemos los dos en este mundo y aunque el problema no era el tamaño fue envenenando el aire con su respiración hasta acabar con el hermano desnutrido. ACABEMOS DE UNA VEZ CON EL BLOQUEO HUMANITARIO Y JUZGUEMOS AL GENOCIDA Y SUS COMPINCHES, IGUAL QUE SE HIZO CON LOS NAZIS.
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