martes, 6 de mayo de 2025

Salió al espacio abierto de la terminal, sufrió los empellones de la prisa, se aplanó bajo los sonoros golpes de la megafonía, quiso ayudar a aquel anciano envuelto en la riada de la gente y vio que era su imagen reflejada en las paredes de vidrio de la caverna de Platón

 




Primavera lluviosa con dolor en los huesos, 

estás leyendo un verso de zarzal, tapas azules y disfraz oscuro,

a pesar de la pereza te das cuenta

de que la distancia es un ser que se interpone, 

tiempo enfermo y feliz el que aún asoma 

entre la niebla de las cataratas -no paras de bizquear

hacia ese mudo norte de la ausencia-,

tú, robusto podador de ramas ataviado con pana montaraz,

a lomos de un caballo sin montura, fugaz como el instante

y duradero como la cicatriz del primer amor,

pero así es la vida, consolatrix a la vez que verdugo,

al final volveremos a juntarnos como ríos de cuencas diferentes 

saltando orografías y pantanos, sin nada ya por aprender

ignorándolo todo, 

los dedos no consiguen retener lo acumulado 

y van dejando restos en la arena, excesos

del tono juvenil de aquellas voces maquilladas de negro

y el jadeo rabioso al coronar la cumbre y darse cuenta

de que no había nada al otro lado.



Zona B:

Para qué seguir con eufemismos, si la verdad puede escupirse a la cara del "civilizado" mundo occidental. Netanyahu ha afirmado con chulería imperdonable que se va a quedar de forma permanente con los territorios ocupados. Y, claro, para ello hay que completar el exterminio de los palestinos que aún subsisten.





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