Podría ser aquello,
lo que flotaba sobre él cuando miraba al techo
antes de abandonar la cama,
la cenefa exterior rodeando con sus púas de ganchillo
la parcela de dentro,
qué frío, tú, oliendo a hielo, balbuciendo
con el labio torpe un pensamiento temeroso
y la humareda de la respiración
flotando por encima igual que un ectoplasma
que hasta a los mayores daba miedo.
Zona B:
Probemos a dejar sin armas al que se sirve de la guerra para huir de la justicia. Veremos cómo se desmorona su poder y recurrirá a los escondrijos que la historia suele ofrecer a los cobardes.
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