Hasta aquí llega la sangre,
se acerca un perro, lame sin gruñir, agradecido,
sin palabras miramos, sin argumentos, sin razón,
todo está en ese color, el rojo vivo inanimado
que nada pinta,
alguien sabrá poner acento a la atonía
y hallará un sentido a este chirrido,
planchará las arrugas del metal,
tapará huecos de bala y extenderá los mapas
para pasear sus ambiciones,
nos dirá buenos días y nosotros
continuaremos caminando.
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