(Maternidad con doble M)
Bajo esas piedras
quedó su cicatriz,
su forma apenas
adivinada por la muerte,
lo amniótico del aire
que no le dio tiempo a respirar,
no las alcéis, dejadlas
que sigan aplastando
piadosamente su dolor,
que sean ellas la anestesia
que la vida inclemente
se negó a administrarle.
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