Por regresar no sufras, estos son hilos
de un paisaje traducido a lienzo
que garantiza permanencia,
coincide su color con algo que el pintor soñara
antes de tomar los pinceles, acudir a clases
y ahuyentar la perspectiva
como a un animal enfermo o peligroso,
ahora no se ve pero más tarde
cuando el sol se aproxime al declinar extremo
podrás cerrar los ojos, recogerte en ti mismo
y regresar a tientas hasta el punto
donde suele guardar los instrumentos
la contumaz orquesta de la noche.
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