sábado, 31 de agosto de 2024

Ha amanecido el sábado con lluvia, serenamente; no sabrías decir si es la lluvia la que le viene bien al día de la pereza o es la pereza el mejor atuendo para un día que nace con la piel perlada de humedad; a las nueve florecen las campanadas del reloj, suenan como gotas de lluvia perezosas sobre el techo de cinc de la mañana

 




Rindo culto 

al movimiento de vaivén que impulsa al émbolo,

este a su vez tributa al esfuerzo intermedio de la biela

que le debe todo a la constancia del cigüeñal,

el mal llamado remero voluntario, pues tan sólo obedece

al látigo sonoro de una voluntad encadenada,

rindo culto al aire comprimido 

al que una chispa emocional convierte en fuego

para que a todos llegue el beneficio

del movimiento circular, el sueño solidario

de un dios menor llamado Prometeo.



Zona B:

Aburrimiento. La vida es un aburrimiento, deben pensar los israelíes, fusil al hombro, un pesado equipo y un atuendo incómodo. Cómo bailar y disfrutar del aire así, con casco, máscara y oprobio de ciborg sin corazón. Ansiedad. La vida es ansiedad, deben pensar los palestinos, si es que aún les llega la sangre al corazón.

viernes, 30 de agosto de 2024

Ando atento a la trampa escondida en el pedregal, la víbora menuda que descabeza un sueño con el calor de los guijarros y cuando su sangre se calienta lanza un ataque de ballesta, y el ratón de campo se retuerce de dolor hasta quedar también dormido, aunque él ya nunca vuelva a despertar

 




Cruda religión esa que sube

con pereza de oruga hacia la colina de la iglesia,

las calles aplanadas con tierra y piedras

recuerdan al rimado catecismo de una antigüedad cercana,

siguen ahí, debajo del cemento o del asfalto

con esa vida sofocada de la semillas 

que ya no aspiran a granar, perdura

el éxtasis de la predicación, almas ardiendo

con el fervor de la nostalgia y un pie en el escalón

más lejano del cielo,

aquí todo es ya viejo y sin embargo

siguen las maletas sin hacer, qué más da perder unos minutos

si la eternidad espera siempre como la drosera

a que la mosca se adormezca con su perfume maloliente.



Zona B:

El ejército israelí señala como zona segura para los palestinos un mínimo porcentaje del territorio; tal vez pretenda que se agrupen allí los supervivientes para hacer más fácil su tarea de exterminio.

jueves, 29 de agosto de 2024

Venden ahora un aroma bélico -olor a pólvora- para borrar las huellas de la putrefacción, debajo del escombro, con la colaboración inestimable de un millón de gusanos que han aprendido a minorar el número de los tapados por cascotes

 




Se puede ver en el bisel de la cristalera,

-el corte de diamante genera una visión abstracta-,

hay un azul y luego un oro curvo,

la casaca de gala del soldado muerto

terciada al hombro sobre una fila doble de botones,

el barbuquejo acharolado cruzándole el mentón

como si fuera una navaja de afeitar,

la recia barba le ha teñido la piel,

parece que sus labios intentaran rezar, 

una plegaria de ordenanza en el color reglamentario,

amatista otoñal susurrada en un latín castrense,

el arco iris de la paz, -a buenas horas-,

con la sangre de cinco continentes confundiendo banderas

y haciendo que se firme el armisticio

sobre el papel de barba del libros de visitas.




El viejo coche hace su ruta en carretera de montaña; por costumbre ha llegado a memorizar un recorrido amparado en la sombra del hayedo y a veces se detiene a descansar como un viejo caballo junto al pilón verdoso de la fuente; siente vergüenza de que el GPS le dibuje el recorrido y en las bifurcaciones aparenta dudar, como poniendo a prueba la fiabilidad del artilugio

 




La tierra seca

conserva aún las marcas de la azada,

él no era agricultor, ni jardinero,

ni siquiera un jornalero a cuenta de la felicidad,

usaba la tierra como excusa

para seguir creyendo que nacía con cada primavera

y que como un árbol ocupaba el espacio

para dar graderío a la coral de pájaros,

conoció la angustia sonora de los taladores

que llegaban con sus herramientas de matar,

cada mañana señalaban con pintura roja al condenado

y se iban a desayunar entre risotadas y gruñidos de verraco,

de sus cinturones colgaban las cabezas simbólicas

de los árboles viejos; iban dejando un rastro de resina

que de lejos brillaba como la sangre verde de los gnomos

que se habían quedado sin cobijo.



Zona B:

Los horrores de ayer ya no nos muestran la realidad que sufren los palestinos. ¿Con qué nos sorprenderá hoy el ejército asesino? ¿Qué excusa utilizará hoy el mundo libre para convivir con la barbarie sin sentir vergüenza de sí mismo?

martes, 27 de agosto de 2024

Un ermitaño se instaló en el cuchitril donde el antiguo jardinero guardaba la herramienta, sin luz, sin agua, sin espacio para extender la estera sobre la que dormitaba un par de horas y se mortificaba veintidós; dos cuervos se posaron en el techo cuando dejó de alimentarlos con la comida que los devotos le traían y sus graznidos insistentes dieron pista de que algo raro iba a ocurrir

 




Pasó delante de mí

como una imagen rápida de televisión,

su pelo había cambiado y a sus ojos

asomaban las briznas vegetales

con que había logrado construir el nido

para sus criaturas volanderas,

qué desilusión ver que el trabajo

de décadas antiguas había devenido en ruina,

en la pared los pájaros que la cerámica atrapó 

con una pizca de nostalgia, como suelen hacer las fotografías,

ahora queda esa luz, viene de lejos

y tal vez la estrella de la salió hace milenios

ya no esté y nos llegue su llamarada póstuma

como un recordatorio de algo que pudo ser

pero que no ha ocurrido.



Zona B:

Israel lanza ataques preventivos. Si Hamás hiciera algo similar serían actos terroristas. Israel detiene a sanitarios palestinos de ONG y los mantiene encarcelados sin pruebas ni garantías jurídicas, los tortura y degrada porque los considera terroristas. Pero no permite a nadie llegar hasta esos centros de detención para verificar las condiciones en que están los prisioneros.




lunes, 26 de agosto de 2024

Serénate, Bob Dylan, tu espuma ya subió hasta las nieves del olimpo, ahora toca restregar con estropajo el oro que ha ido pegándose a tus pies de ídolo falso hasta que sólo quede el eco de la voz, ni la fanfarria ni el honor ni los disfraces, ni siquiera un renglón de biografía capaz de distraernos del auténtico dolor que produce la hoja del cuchillo entrando en nuestra piel

 




Lo dijo él: yo he conocido

el destino de lo indecoroso, el gargajo

que los dioses escupen con desaliñada educación, 

colaboro con ello algunas veces, qué sería

del mal si sólo hubiera color blanco, dónde se escondería

la marca deshonrosa de Caín, sus ojos

acechando como brasas en la oscuridad,

la duda sobra cuando brilla el sol y lo tenebroso se ilumina,

ahí está la redención, sin sangre, sin dolor, sin sacrificio,

sólo arroyo que avanza, tierra y agua enemistadas,

barro tenaz y pegajoso que podría pernoctar en el alfar

como un viajero más y amanecer reconvertido en ánfora, 

con el perfil cerámico del busto al que la zorra se enfrentara:

oh hermosa cabeza, kefalé, vacía de pensamiento y de conciencia.



Zona B:

Se pone en duda cualquier maniobra destinada a colocar ese ladrillo de la reunión para la paz si es promovida por USA y sus adláteres, los que fabrican armas o trafican con ellas. Al sionismo chapado en oro le importan poco unos cientos o miles o millones de vidas palestinas si al final sus dividendos siguen sumando dígitos.



domingo, 25 de agosto de 2024

Nunca un actor consiguió llevar tan alto el estandarte de la farsa que hiciera olvidar a los gañanes reunidos en la sala del concejo la verdadera causa de los odios, las emboscadas al atardecer, los disimulos en la plaza a la hora del vermú, los llantos de las viudas y los huérfanos a los que el cura sólo dedicaba el agua contaminada del hisopo y un movimiento oscuro de la mano izquierda

 




Él dijo aquello

tan campanudo y falso del final de una aventura

para la humanidad (excesivo andamio

para dar de yeso a un trampantojo),

flotaba un aire en el alcohol y acaso en las antípodas

se estuvieran quemando las alas de una mariposa,

ir cuesta abajo era más fácil

que caminar subiendo por el hilo invisible de la tela de araña,

saber que no hay promesas que puedas incumplir,

que la argumentación improvisada arderá con llama semejante

a la que acabó quemando las alas de la mariposa

y la dejó en perpetuo estado de crisálida,

expuesta al hambre de los pájaros

con los que habría de compartir el cielo,

alta presión en las antenas, proclamas mudas

con el color de la publicidad y el pozo oscuro

donde el diablo almacena su tesoro

como si fuera estiércol de murciélago

que ha de quemar la entraña de la tierra

destinada al cultivo y a la fertilidad.




Zona B:

También aquellos dioses de la Biblia o la Torá guerreaban con los de Mesopotamia, urdían exterminios de ciudades y sembraban el aire de pavesas y dolor, sin importarles que su obra más alta, el ser humano, se consumiera degradado por debajo del límite animal.


sábado, 24 de agosto de 2024

Lento y solemne, algo avergonzado de sí mismo que nunca gustó de multitudes ni se prestó a llevar o a ser llevado en procesión; ahora es él el que va en alto, mareado por el balanceo de unas andas rústicas y algo blasfemas, habría que añadir, coronado de hiedra y soportando el rancio olor a berza del ramo que algún devoto ha puesto entre sus manos

 




Cogí al vuelo aquel aire

de redundante aroma, las flores huelen porque sí,

son los pulmones de una época barroca

o al menos las narices comprometidas con el paladar,

la vista y el oído para hacer que todo parezca una campiña

plantada de lavanda,

hoy hemos hablado de esos sueños húmedos

que a menudo viven despiertos en nosotros,

ellos huelen apenas a posibilidad

aunque se oculten tras la desnudez de lo imposible,

rozan tu piel ansiosa con su piel y te hacen creer,

o al menos tú lo crees, que esa lujuria aérea del olor

se ha transformado en carne, como el verbo,

y ahora vive mezclada con nosotros.



Zona B:

Mientras el pueblo "hebreo" no aparezca limpio del hematoma sionista, nadie con sentido crítico y equilibrado de la historia volverá a creer en él. Cualquier referencia al holocausto será un baldón para quien lo ejerce ahora con sus vecinos. 


viernes, 23 de agosto de 2024

Llegó al mercado, se mezcló con gente, dio y recibió empujones, sus oídos sufrieron el griterío agreste de los malos vendedores; él nunca aceptó mercaderías que necesitaran de vocero, prefería las que mostraban en silencio su perfil de cultivo en un edén sin verja, sin dios creador, únicamente con la concurrencia de un agricultor agradecido

 




No es normal que hables ahora

de esa imagen oscura que hace ya varios años

que dejó de rondar por tu cabeza,

siempre estuvo ahí la música nostálgica, es verdad,

la memoria, ese ofidio enroscado en sí mismo

igual que la viruta que le florece al lápiz

cuando le sacas punta, es verdad, 

no deberías volver sobre ello, entristecerte

con la desgracia literaria del que enfermó de pronto de aridez,

y vio cómo su cauce se llenaba de piedras,

los versos que aligeran el caudal suenan

lo mismo que el zumbido del satisfaction de los Rolling,

quizás mejor así porque el alzhéimer 

puede acabar borrando las imágenes

amables que aún se asoman al espejo.



Zona B:

"Israel ha atacado más de 500 escuelas de Gaza en los últimos diez meses... matándose a 179 personas"... "bombardeos israelíes contra el valle de la Bekaa"... "en Jan Yunis"..."en Deir al Balah", etc. Es increíble, el dios de la guerra no cesa de suministrar armas y munición al ejército asesino. ¿Les llegará de madrugada, desde el cielo, como un nuevo maná?


jueves, 22 de agosto de 2024

Iba a coger en marcha el trolebús; el tiempo parecía haberse detenido hacía varios años y dejaba que la imaginación se concentrara en el vidrio lateral donde seguía reflejándose la palidez de algunos pasajeros y en especial la carne de ella, tan humilde, sin los adornos que la moda obligaba a soportar como segunda piel, los brillos atenuados por el frío y la mirada caída en el regazo, sobre las partituras que guardaban en éxtasis devoto el secreto de sus experiencias musicales

 





Asar sardinas,

un placer del que los dioses se olvidaron

al alejarse de la playa y adentrarse en la zona caliente de las dunas

donde duermen su siesta los ancestros de la mitología regional,

el humo perfumado con el tufo laico de los sacrificios

ofrecidos sin fe ni devoción bajo el puñal urgente de la gula

que azuza la cerveza recién sacada de las brasas heladas del Olimpo, 

nada como esa refinada tortura del espeto 

alzado en cruz sobre las gentes hambrientas de milagro

que siguen paso a paso los dictados

de las guías turísticas y acuden al reclamo

de una pagana eucaristía tras bautizarse en el reflejo

de un Jordán de aguas salobres.



Zona B:

¿Cuántos días más de destrucción han de pasar para que el genocida acceda a dialogar sobre una propuesta razonable? ¿O espera a que no queden palestinos que puedan oponerse a la ocupación final del territorio que comenzó en el 48 del pasado siglo?

miércoles, 21 de agosto de 2024

Así vuelan las pavesas de lo que ardió con la confianza de contribuir al fortalecimiento del sistema, los ritos iniciales, las correcciones de la edad que a veces obedecían a pereza más que a voluntad de ir mejorando, el cansancio o la laxitud añadidos al sueño de la mente que se sintió incapaz de mantener turnos de guardia fuera de los estrictamente obligatorios

 




Allí, 

donde el inquieto azogue gris de la marisma

reflejaba el laurel del monte

y la cabellera de la hiedra era mordisqueada por los peces,

allí, soñando entre cipreses y eucaliptos

reposaban los huesos amarillos de una mujer proscrita,

una arriesgada molinera

que consiguió victorias frente al poderío del emperador,

en sus amores silenciados por la trompetería del estado

seguía dominando el tono entre campesino y palaciego 

de una conversación mal susurrada

como la del pecador que acude a arrodillarse

ente la celosía del perdón y encuentra

un muro de silencio y soledad, tras el que asoman

las hojas del laurel de Dafne

al que Apolo marcó con sus olores

de perro con afán territorial.




Zona B:

Los árabes no os quieren por vecinos, a los gringos les empieza a molestar vuestra arrogancia, y vuestra guerra trae a la memoria del mundo libre episodios oscuros que pensaba que nunca volverían a ocurrir.

martes, 20 de agosto de 2024

Llega por el este el chapoteo de las ninfas del mar, más tarde se percibe el ronroneo de las náyades imitando el lenguaje del arroyo y de la fuente, por último se oirá y acaso algunos puedan ver al coro revoltoso de las oréades locales, echando un pulso a las citadas por Homero

 




Asoma esa madera de mil nudos, 

es el pino salvaje que ensamblado

con el roble familiar de nuestros montes

sirve lo mismo para carros

que para estanterías de vasar,

para cunas y andadores o para el ataúd trapezoidal

que tan bien se acomoda a los difuntos,

huele bien esa madera, su resina es más ácida

que la de la sabina, brilla como las lágrimas al sol

y avanza con lentitud de oruga 

hasta la rústica pileta donde anidará esperando

la sublimación en estado de crisálida quieta

hasta alcanzar el aleteo de un aceite ligero

que ha de convertirse en mariposa.




Zona B:

Se empieza a hablar de tregua, no de paz definitiva. Después nos quedará la duda de la buena fe, cuando veamos deambular sin destino a una población a la que se ha robado el territorio y no encuentra sentido a una existencia al margen de lo que siempre se ha entendido como humanidad.


lunes, 19 de agosto de 2024

Pasan los años y permanece en la memoria la colosal tarea de los dedos tratando de sacar del piano un sonido soportable; pero queda flotando sobre todo el olor a lavanda del escote de la profesora que por despiste, piensa él, ha dejado libres los botones que si fueran teclas deberían ser pulsadas por el corazón y el anular

 


                                      "El sendero de tu casa

                                       tiene huellas en el barro"  (popular)


En el pueblo acabaron segando la rusticidad, 

eran los años del rubor, dolía

como una marca infame la pobreza

de las callejas encharcadas,  si se las comparaba 

con el luctuoso atuendo del asfalto ciudadano

quedaban como las hermanas harapientas de una fábula otoñal,

y se negaban a acudir al alto de la calle

donde el mocerío disfrutaba un baile con madreñas

al son de la dulzaina que intentaba ofrecer en desagravio

aquella melodía secular donde las calles

eran simples senderos y el asfalto

una mirada negra hacia el futuro.



Zona B:

Si alguna vez se llega a un alto el fuego y este da paso a un paz definitiva será porque a los responsables de esta guerra la lógica les dejó sin argumentos. Dicho de otro modo: que se habrá cortado el suministro de armas y la justicia tratará de imponerse a la barbarie.


domingo, 18 de agosto de 2024

Se empeñan las campanas en sonar a celebración, estos días de agosto en los que el fuego toma casi todas la variantes de su inagotable polisemia, arden los pueblos en verbenas, con la azulada llama del alcohol, arden los montes con la ferocidad de una alimaña que no se aviene a la cautividad y arde la guerra con los peores combustibles: el odio, la injusticia y la prepotencia

 



Salí a la calle,

la respiración es una escalera mecánica

que libera de golpe a un centenar de pasajeros

con ansia de mirar el cielo azul en una ciudad de cielo negro,

me paré en la acera,

reposo es contemplar el hormiguero que hierve y se consume

sin que hacerlo incremente tu cansancio,

cualquier acera apresurada es una invitación a reposar,

entré en la librería en busca de consuelo,

más que lectura necesito que otra mirada se encuentre con la mía,

pero había una larga cola frente al punto verde de la información,

sólo pude ver las nucas medio calvas

que, según Szymborska, vio la reticente mujer de Lot

cuando se alejaba de Sodoma,

volví a la calle llevando bajo el brazo,

su librito marrón de tapa semiblanda,

la dureza mayor estaba dentro,

al contrario que ocurre con los mejillones.




Zona B;

Que Israel se ahorre los esfuerzos. Ya nadie cree que los ataques a escuelas y hospitales vayan buscando objetivos militares o células terroristas. La infamia es compartida por un gobierno de asesinos y la complacencia de quienes le toleran todo. ¡¡¡ QUÉ VERGÜENZA!!! Estáis consiguiendo que el término "judío" se asocie con el equivalente a "nazi".

sábado, 17 de agosto de 2024

No es nada, ya pasó, la tarde suele adoptar estos colores de embrutecido bermellón, te parece que el cielo nunca más va a ser azul o a confundirse con el mar en calma; tú mira hacia arriba y a la menor señal de debilidad que observes en el enrojecimiento me avisas con una ligera presión en la muñeca

 




Si siguiera fumando

sería la ocasión de encender un  buen cigarro

y lanzar al aire las volutas con el aroma de ultramar 

a ver si así se calma su aullido de lona acuchillada,

aún no es tarde para alzar la vista y encontrar en las cartas 

una nueva nueva ruta de navegación,

acompañar al tiempo en perezoso merodeo

hasta el puntal del espigón y si es en barco 

nunca más allá de los caribdis tenebrosos

que te hacen recurrir a soliloquios empapados de miedo,

el mar no es cruel, admite la crueldad 

como admite el rizado de las olas,

la crueldad acompaña al navegante

que ha llegado de pronto al caladero de la soledad

y se agarra a algún cabo suponiendo 

que al otro extremo siempre hay una mano 

dispuesta al sacrificio para ponerle a salvo 

y ofrecerle a su costa una segunda oportunidad.



Zona B:

Los colonos judíos siguen con sus razias asesinas en territorio palestino. Casi nadie se atreve a condenarlo y hasta el ejército parece fomentarlo con su tolerancia. ¿Reaccionaría con igual indiferencia ante una incursión palestina en territorio judío? Pero el derecho a defenderse de los palestinos es tratado como terrorismo por el estado de Israel. 

viernes, 16 de agosto de 2024

Cuando la bombilla empezaba a vacilar y se apagaba era la hora del carburo; la ceremonia de cebar la candileja con una piedra gris, su olor a madriguera de alimaña y el rosario de burbujas que el agua producía al caer gota a gota sobre ella; lo del gas inflamado por una llamita azul era cuestión de fe, como si la fuerza de la piedra, la docilidad de lo animal y la supremacía de la magia se unieran para hacer más corto el tiempo de tinieblas

 




Ya era tarde para cultivar

y pronto para ventear el pan de la cosecha, 

eso decía la inscripción en el frontispicio de la adolescencia,

había un tren hullero con un vagón

para que algunos infortunados inocentes

se hicieran ver el mal que les rodeaba el cuello

como si fuera una bufanda en el hospital de allá,

en él venía una muchacha con los ojos asomados al cristal,

la carbonilla le pintaba ojeras y le hacía llorar,

al menos esa era la respuesta cuando el médico le preguntaba

moviendo el dedo a un lado y a otro, mira aquí, ¿te duele?, parpadea,

y el agua azul de aquella ingrávida laguna reflejaba

la nube negra y alargada que la máquina dejaba entre los chopos,

cada martes primero de cada mes, los días pespunteados

como botones de fingido nácar en la camisa

planchada a toda prisa para llegar a tiempo a la estación

y subirse a lomos del dragón que se llevaba a la princesa.




Zona B:

Hamás no quiere sentarse a negociar; no se fía de Israel y de sus continuados abusos de posición dominante; Israel no quiere a Hamás como interlocutor, por eso no vacila en masacrar a toda Gaza para lograr un objetivo problemático. Cada día que pase sin llegar a un acuerdo aumentará la simpatía de los palestinos por la línea dura de Hamás.


jueves, 15 de agosto de 2024

Él era el árbitro, colocaba un pie en el lado sur y el otro en el lado norte de la afilada cumbre, con riesgo de resbalar y despeñarse entre el plumón engañoso de la niebla; pero al bajar todos aceptaban su veredicto y le cedían el mejor lugar en las bancadas del anfiteatro

 




Subí a aquel cerro semisagrado

donde tanto lábiros como vadinienses

recogían el agua que goteaba de un hisopo de mandrágora

para curar el mal de buey,

llevaba una punta afilada de antracita

para grabar en la pizarra los versos de aspirante a poeta regional,

al concurso acudía gente de pelaje espeso recogido en trenzas 

o ermitaños de cabeza tonsurada, aprendices cántabros

de la herrería musical, astures de la parte más occidental

tocados con birretes de piel de íbice blanco, -el vértigo imposible-,

y algún local acomplejado por su habla impenetrable

como los niños de la escuela en su primera clase,

se bebía el agua turbia sin fermentar aún que destilaban

las manzanas silvestres amontonadas en el altar de Anora,

la que flota entre la niebla de la adivinación,

al ganador se le marcaba con la sangre caliente del recental sacrificado

para la gran comida que casi siempre se alargaba

hasta que asomaba el nuevo sol. 



Zona B:

Leído en "Lecciones" de McEwan: "despertar al pueblo de su apatía frente a ´crímenes abominables, crímenes que degradan al género humano... la inane estupefacción del pueblo alienta a estos criminales", a propósito de la Rosa Blanca, varios de cuyos miembros fueron ejecutados por los nazis por defender a los judíos.  APLICABLE A LOS ISRAELÍES DE HOY.

miércoles, 14 de agosto de 2024

Del monje sólo quedaba la leyenda; los huesos podrían ser los de cualquiera y la losa de pizarra tenía más aspecto de mesa de refectorio que de lápida sepulcral; a él podía deberse la sabia ingeniería de las acequias con sifón para traer el agua de tan lejos y acaso el testimonio de unas cepas centenarias que aún eran productivas y que podrían dar sentido a la gran colección de ánforas halladas en la bodega de las ruinas

 




Al atardecer seguíamos oyendo la canción,

sonaba entre las hojas, no muy cerca, en un aire con polvillo de oro.

era difícil traducir, tal vez llegara como una soplo de la Arcadia,

griego antiguo o un fragmento deshojado del robledal de Píndaro,

pero no era un canto hímnico, ni epitalámico, sonaba a letra

para acompañar la cítara o el caramillo de un pastor,

qué larga la cabellera de las ninfas, su desnudez entre celajes,

la amistad de las manos uniéndose allá arriba, 

las miradas de la promiscuidad y el arrebato final del estribillo

con connotaciones lésbicas, la fragua alimentada

por un coro de bacantes que se burlaban de la virgen pitia,

venid, llegad al agua donde los tritones amarillos

tienen su hogar, la salamandra cercada por el fuego,

su defensa es veneno exudado por la piel,

está esperando, ella se acuerda de la imposible antigüedad

y nos acerca el oculto sentido de estas danzas

que flotan en el aire como aros escapados del Olimpo.




Zona B:

USA pone todo su empeño en disuadir a Irán de responder a los ataques de Israel, pero no hace nada para evitar estos ataques. ¿Es que vale más la vida de un israelí que la de mil palestinos?


martes, 13 de agosto de 2024

Altos ayes de la madera carbonizada en el incendio, paredes sin tejado como manos suplicantes que emergieran de la caldera ya apagada de un volcán, y el olor a una ceniza miserable que ponía a la luz todas las lacras que suelen ocultarse en la intimidad de las viviendas

 





Fuimos invitados

por el hombre de la barba amarilla,

tenía la cabeza contagiada de la fiebre del heno

como la entraña de un pajar, 

era el inventor de términos oblicuos 

que acababan posándose en el frontis

de los libros urdidos en su editorial,

nos obligaba a practicar el viacrucis del ingenio

de bar en bar y terminábamos borrachos 

de un lirismo procaz como el canario 

que bajan a la mina para detectar exceso de grisú,

me quedo sin palabras, repetía un afamado crítico

apabullado por las comilonas en restaurantes caros

donde los espumosos estallaban con cadencia de aplauso

y condicionaban los eructos que los suplementos culturales

trasmitían al mundo literario. 




Zona B:

¿Cómo pretende Israel que reaccione el mundo árabe ante las continuas violaciones del derecho, la ocupación ilegal de territorios y el desprecio a la vida y a la dignidad del pueblo palestino?

lunes, 12 de agosto de 2024

De vez en cuando me sigue visitando un sueño que aflojaba la tensión insoportable de mis frecuentes pesadillas de la etapa adolescente: de un cordel de cáñamo colgaban los andrajos mojados por la lluvia que el grupo de frailes mendicantes había puesto a secar; no había fuego ni el sol había vuelto a aparecer, pero ellos repetían con una sonrisa bobalicona: ¿será este frío la señal de que estamos ya cerca de alcanzar la perfecta alegría?

 




Amaneció aquel día

con la frescura franciscana de lo natural,

era aún primavera y a lo lejos, tras la corona de oro

que nimbaba el perfil de Asís, llovía mansamente, 

en esa luz románica, ya casi gótica, flotaba un humo de tahona

y se horneaba el pan ácimo para auxiliar a los mendigos

que ejercían su oficio con señales de claro aburrimiento,

las historias de Giotto seguían ilustrando la pared,

pero en las calles se congelaba el tiempo y replicaba

ropajes y ademanes como un automatismo de reloj,

la indigna aparición de las gaviotas venidas de un lejano vertedero

y el chirrido glacial de los vencejos

no dejaban oír la florecilla que un ciego de verdad nos deshojaba

en un dialecto elemental que no se parecía al italiano.




Zona B: 

Dejémonos de farsas y establezcamos un rígido control de suministro de armas al gobierno genocida de Israel. Kamala Harris tiene una oportunidad de mostrar el mundo la calidad de los demócratas: o guerra y negocio o paz y justicia.

domingo, 11 de agosto de 2024

Montaron el armón con la madera sobrante de la saca, (de cada cinco se salvaba un matizo de roble albar); sobre él se colocaban las dovelas, una a una, hasta llegar al agujero cenital; y por allí precisamente fue a caer Matías, con su perfil de luchador de peso pesado que apenas si cabía por el hueco.

 




Esta mañana

me he acercado a comprar el pan,

los endrinos silvestres festonean la calle

con un seto de púas que mantienen

un pulso residual con el asfalto, desde lejos

se percibe un aroma de tahona, el humo familiar

de las horneras atizadas con haya y pino,

ruedan cuesta abajo las ciruelas 

que se dejan caer de tan maduras

y tras los barrotes de una valla asoman las frambuesas

como adolescentes atacadas de rubor,

son dos cincuenta, me dice el panadero,

y yo no sé si se refiere al pan

o a la tasa que impone a los turistas la junta vecinal.




Zona B:

El gobierno genocida ha descubierto que los líderes de Hamas son niños que utilizan las escuelas para captar adultos y convertirlos en peligrosos terroristas. Esa es la razón del sistemático bombardeo de centros escolares. Y NOSOTROS EMPEÑADOS EN PROTEGER A ESOS TUNANTES.


sábado, 10 de agosto de 2024

Tras el paréntesis del quince, vivo aún el olor de los cohetes y la tristeza lenta de la procesión de san Roque llenando el alto de la calle, se emprendía el regreso hacia los puertos, estoico y silencioso, con las palabras justas para saludar o despedir a quien venía de frente o había de desviarse de la vereda principal en dirección a su majada; todo impregnado con la resignada gravedad de los desheredados

 




Tal vez toquemos fondo 

ahora que el submarino de la historia

nos ha dejado expuestos al embrujo de esta luz austral,

nuestros ojos no aciertan a embridar los brillos

acantonados de un lenguaje que se presenta en taparrabos

y nos niega el derecho a resumir el tiempo

de monotonía y soledad cuando el vapor del vino colabora

con carantoñas y susurros que no vienen a qué, nosotros

intentamos desenredar uno tras otro los ovillos de lana gruesa

que llenan el cuaderno de bitácora intentando contar

la ingenua vuelta al mundo en un periplo

de entrenamiento para nada, nudos aquí y allá,

lenguaje embravecido de las olas, un puerto

dibujado a lo lejos, sin luz ni desembarque,

con el vaivén del desenfreno que llega en oleadas

mezclado con olores a petróleo y cinamomo

lo mismo que las putas con que la noche mitiga los ardores,

seis meses de rosario para un triduo

de mestizaje colonial en una isla al sur de Mindanao.




Zona B:

Horroriza pensar lo que estará ocurriendo en esos llamados centros de detención, cuando los propios soldados israelíes denuncian atrocidades y se saluda burlescamente a los prisioneros que llegan con un "bienvenidos al infierno"

viernes, 9 de agosto de 2024

Queda en pie la piel llena de ampollas del muro principal que dividía en dos la gran casa quemada; se asegura que dentro sigue oliendo a carne asada, aunque nadie se aventura entre los cabrios y vigas calcinados por temor a que algo quede sin quemar de toda aquella trama de enconados odios que provocaron el incendio

 




Hablar ahora de eso

sería como anunciar entonces

a los parroquianos ya mayores de la cantina

la pérdida de Cuba o la llegada de un barco con soldados

infectados de fiebres tropicales, tal blasfemia

podía provocar enfrentamientos en la asamblea vecinal

donde la voluntad se sometía al rigor caligráfico

de unas ordenanzas avaladas por el gobernador, un dogma laico

revestido de complicidades de sotana y rezos varios

que detenían en levitación cualquier tarea campesina,

angelus trémulos acompañados de campanas

y cagadas de vaca sobre la trilla a medio hacer,

era la navegación del miedo a una condena por no se sabe qué

en un mar sin extremos tan sólo comparable con la eternidad

o con el vacío que deja en la memoria la muerte de los niños.



Zona B:

¿Quién va a verificar la cantidad de muertos, o las circunstancias en que tales muertes ocurrieron? ¿Se investigarán los campos donde la tortura es una lluvia de fuego a la intemperie, o el bloqueo de los suministros básicos para la supervivencia de miles de civiles? ¿o deberemos añadir al catálogo de infamias este genocidio consentido por todo un pueblo y visto con indiferencia por la comunidad internacional?

jueves, 8 de agosto de 2024

Al llegar a los ventanales del crepúsculo, el sol buscaba dramatizar su despedida posándose en una alcándora como un ave rapaz que aún no ha cenado o trata de encontrar algún motivo para alargar un poco el tiempo de la luz y superar el miedo al apagón final

 




Ella era así, traslúcida,

aunque su fortaleza estaba en las pupilas,

el halo azul bajo la arcada de las cejas,

todo lo decía sin hablar, el covid

le había ensombrecido el brillo de la piel

y había destemplado los aromas de bronce en su garganta,

ahora sonaba a madera antigua enferma de carcoma

y sólo el maquillaje de la cera virgen

mantenía en alto la bandera

de una orgullosa y mancillada juventud,

el tiempo y yo vamos a menos, me decía,

lo mismo que la ropa que encoge tras lavarla

y adelgaza hasta la trasparencia,

no me conformo con mirar, me esfuerzo

con esta artesanía del susurro para que al menos alguien

vea en mis labios el latido

de una voluntad de entendimiento.




Zona B:

El sanguinario Netanyahu trata de extender la guerra. Es vital para mantener en vilo a todo el territorio y hacer que nadie piense en él como responsable de un calculado genocidio. O lo que es lo mismo: si he de morir lo haré matando y lograré que, después de mí, sigan matándose entre ellos.





miércoles, 7 de agosto de 2024

Hablan los viejos de esa indumentaria usada sólo en las labores de estercolado de la tierra; el macizo porte del zahón frotado con el sebo crudo de los sacrificios impedía que el olor entrara y se quedara dentro, haciendo más difícil la convivencia familiar en unas casas compartidas con los animales

 




Rima así, con aire,

igual que el barro rima con la lluvia 

y hace posible el amasado del adobe,

se echa mano de un refrán antiguo, 

hermético y doblado bajo el peso de la posibilidad,

las buganvillas contribuyen

a ocultar el desconchón de la pared y enseñan

a superar el muro de tapial, 

así contó Machado la silenciosa historia de Castilla, 

desenrollando el páramo

para poder usarlo como alfombra

y tenderse en la noche a contemplar el cielo 

tachonado de mitologías que recordaban los dibujos a tiza 

en la pizarra de la escuela.



Zona B:

Cuando la racionalidad se nubla maliciosamente con la polvareda de las creencias se corre el riesgo de repetir los errores que las leyendas ya contaron.




martes, 6 de agosto de 2024

En ese risco creció el caudillo Corocota; sigue en pie la flecha verde del tejo ceremonial bajo el que tomaba decisiones el consejo de ancianos y se liberaban las señales de humo para propagar noticias; con la invasión se perdió todo salvo el árbol totémico que infundía pavor a los romanos

 




Todo eso que imaginas

y que no te atreves a decir en alto,

la afrenta silenciosa que recorre tu piel con escozor de hormiga,

sabes que algo se perdió en el aire

convulsionado por tormentas llegadas de muy lejos,

no era tu aire ni tu respiración, soplaba con voluntad dañina

y nunca hablaba en un idioma conocido,

decir en alto es como blasfemar, no hay piedra que prolongue

esa escritura comentando unos hechos ya borrados,

el viaje en tren, algún desfiladero, valles

flanqueados por el miedo verde de los pinos,

algo que comentar, aunque prefieres tomártelo en silencio

mientras lees a Homero comparando sus pausados hexámetros

con el lenguaje altivo del Quijote,

usas las manos para aliviar ese dolor, 

mójate la frente y líbrate de pensamientos ácidos, 

un largo clavo fija a la madera tus tobillos en la mayor crucifixión

que imaginar pudieran los profetas, ellos sabrán, tú sigue

cultivando los símbolos, aunque en ellos

no encuentres ya motivos de credibilidad, aunque tu oído capte

el palpitar del tren en los raíles

que se pierden brillando en la distancia.



Zona B:

¿A quién toca hoy asesinar? ¿A un líder de Hamas o de Israel?. Los niños van siempre incluidos en el lote, sin importar el lado donde estén. Tan sólo a los políticos les está permitido tomarse la justicia por su mano, decidir quién debe morir sin sufrir las consecuencias. O eso creen.

lunes, 5 de agosto de 2024

La evolución en la caída de una hoja; la huella de color que permaneciera en el aire unos segundos para poder seguirla mientras cae; la alfombra del otoño, con su olor a camino, la ausencia de los pájaros anticipándose al invierno; todo eso en el hervor de la canícula que mezcla realidades y deseos como si estuvieras leyendo bajo un árbol

 




Las dos figuras se enfrentaban

en los extremos del pretil de un puente de tres ojos 

que miraban con tedio a un agua enferma 

de perezoso limo verde, era arriesgado definirlas

como perros, quimeras o leones, el cantero que las diseñó

decía de ellas que venían de las canteras del anís

donde el viento era dulce y contagiaba 

su ductilidad a la dureza de los bloques maduros,

la punta del buril entraba en ellos como en manteca y a menudo 

quedaba prisionero como un torpe aprendiz de Excalibur,

todo a favor o en contra de la placa de mármol que ofrecía

a la fe del turismo una manera de interpretar los líquenes

como un abecedario estacional que cambia y se mantiene

alejado y hermético como un desafío hacia el futuro.



Zona B: 

Da que pensar la coincidencia de criterio del imperio USA con el sionismo internacional que si no hay guerra la improvisan, si no hay armas las fabrican y si lo ven rentable se reconvierten en fabricantes de ataúdes. E INCLUSO SE POSTULAN PARA EL NOBEL DE LA PAZ. 

 


domingo, 4 de agosto de 2024

Asiste como oyente a una clase de griego clásico impartida por Anne Carson; no domina el inglés y sus ojos cansados le impiden ver en la pizarra los subrayados con que va afianzando una teoría de color; se trata de saber si Homero, de conocer las amapolas, las habría aplicado el adjetivo de rojas o de negras, como hizo con la sangre de los héroes

 




Se oye una voz grasienta

que intenta parecer festiva mientras grita

eso me abre las carnes e insinúa entre dientes una sonrisa boba,

es como imaginar el hambre en los ojos de un lobo,

o hacerle señales a la desolación,

nada más se ha de lograr quitándonos de en medio,

desviando los ojos de la realidad

e intentemos pensar en otra cosa,

la voz continuará llenando de mal aliento el aire,

todas las cosas se parecen, todas la palabras

mantenidas en prisión tras una dentadura que proclama

su canibalismo terminan por oler, de nada vale 

la higiene semiológica, auguran la desbandada del sentido,

la descomposición del soporte carnal con que nos vemos

como si fuera un neopreno al que los peces mordisquean.



Zona B:

Como una maldición de la Escritura, que obliga a repetir durante siglos los errores cometidos al principio; se comienza prestando adoración a unos versículos, luego se ejecutan ceremonias que incluyen la derrama de sangre y se termina perpetuando el ciclo como manifestación de una conciencia. Ocurre en ese territorio, (la Palestina de la Biblia), donde la semilla de la guerra sigue viva a pesar del desierto. De fuera vienen ingenieros que la hacen germinar.


sábado, 3 de agosto de 2024

Entender el mundo como un árbol frutal puede ser provechoso desde el punto de vista literario, pero no por eso ha de darte más fruto; quizá sea más propio imaginarlo como un árbol frondoso, cargado de promesas y espejismos que no exigen mayor dedicación y producen el mismo resultado

 




Apareció una tarde

con sus aperos de pescar, la caña brava

rematada con un trozo de red y los alargues

de sedal azulado para dar la batalla a peces grandes,

él contaba sus ejercicios de cetárea 

como si fuesen un capítulo de Hemingway,

las grandes púas de la imaginación atravesando plata

y enturbiando de malva las aguas trasparentes,

un hermoso argumento regado con verdejo

y el temblor de la luz que proyectaba la lámpara abisal

con que engañaba a los turistas

haciendo parecer más grande el buey de mar,

su fama se coronaba de caloca y aparecía en la pared

en una foto preparada, rodeado de borrachos

como Baco en el cuadro de Velázquez.



Zona B:

Netanyahu. Cuando la historia se refiera a él, si es que llegara a hacerlo, acaso se limite a resaltar su aportación al acervo de vileza, crueldad y engaño de la actividad humana. Un engendro del que sólo podemos sentir vergüenza colectiva.


viernes, 2 de agosto de 2024

Quiso oler aquel aroma de hierba acabada de segar y aunque los días ya entraban en agosto aún quedaba hierba en algún prado como un signo de pereza contra el clima engañoso que se entretenía actualizando fríos de febrero o calentando con furor desconocido para un paraje de montaña

 




Los altos hechos

narrados en la hoja parroquial

a veces nos hacían dudar de la justicia

mal llamada divina por venir teñida

con el trazo oscuro del carbón del diablo,

se notaba sobre todo en los repartos

de las tareas comunales, la hacendera

y los aportes de posible que eran cobrados en especie

por un alguacil avaricioso,

luego se hacía un resumen pagano en la taberna 

y las ausencias tan clamorosas de los cofrades veteranos

se pagaban a real en aquel vino contagiado

de resinosa pesadez como si una corona de sarmientos

se instalara en la frente de los afectados por la duda

para que el dolor actuara como un fuego redentor

capaz de obnubilar la mente y actuar como anestesia.



Zona B:

Es urgente que la gente sensata de Israel tome conciencia del peligroso giro que el genocida le está dando a la guerra. Verse abocados al abismo, sin que el fuego haga distingos entre árabes y judíos.



jueves, 1 de agosto de 2024

El fuego fue avanzando como el color en un dibujo, las fuentes redujeron su caudal, el aire se templó hasta el punto de colorear de rojo el cielo, alguien usó la profecía para enlodar el agua que aún llegaba con relativa trasparencia, y al final se conjuraron todos los enemigos de la paz para hacer inviable cualquier manera de convivencia

 




Mientras la pluma cae, 

cuántos vencejos cruzarán el aire  y cuántas

cigüeñas acudirán al prado a degustar el desayuno, 

cuántas arrugas imborrables

le saldrán en la piel al calendario

mientras la pluma cae,

y habrá alguna enseñanza residual

para adornar la frente del que mira

cómo la pluma cae, 

o acaso el tiempo se reserve

una sardónica sonrisa porque él ya sabe

que la pluma caerá en el lodazal

y no podrá escribir sus aventuras

sobre un pedazo de papel o sobre el lomo escurridizo

de una libélula viajera.



Zona B:

Sumad las lágrimas de Niobe, las de Raquel  y las de Agar a las de todas las madres que han perdido a sus hijos en la guerra por el capricho de un asesino y tendréis agua suficiente para convertir el desierto en un vergel.