Cruda religión esa que sube
con pereza de oruga hacia la colina de la iglesia,
las calles aplanadas con tierra y piedras
recuerdan al rimado catecismo de una antigüedad cercana,
siguen ahí, debajo del cemento o del asfalto
con esa vida sofocada de la semillas
que ya no aspiran a granar, perdura
el éxtasis de la predicación, almas ardiendo
con el fervor de la nostalgia y un pie en el escalón
más lejano del cielo,
aquí todo es ya viejo y sin embargo
siguen las maletas sin hacer, qué más da perder unos minutos
si la eternidad espera siempre como la drosera
a que la mosca se adormezca con su perfume maloliente.
Zona B:
El ejército israelí señala como zona segura para los palestinos un mínimo porcentaje del territorio; tal vez pretenda que se agrupen allí los supervivientes para hacer más fácil su tarea de exterminio.
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