Cuando empecé a notar que envejecía
quise hacer aquel viaje bautismal
a las aguas del páramo a las que acudían mis mayores
a ablandar el perfil amotinado de su genealogía vadiniense,
volver a sumergirse en la blandura de un páramo de aceite,
someter el reuma a la respiración de buey que desprendía
la ingeniería de sus glorias, pasar la noche a la intemperie,
bajo el carro a la luz del candil y amanecer como un espino
florecido de escarcha, con la flexibilidad de un mástil de galeón
azotado por el oleaje cereal.
Zona B:
Nos hemos visto sacudidos por el horror de las inundaciones; mas de doscientos muertos y muchos aún desparecidos: En Líbano y en Gaza mueren a millares y ya casi ni nos estremece esa masacre provocada. Como si la vida tuviera mayor valor aquí que allá.
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